La recuperación de este disco del Sexteto Fantasía es otro acontecimiento que El Palmas Music se enorgullece de impulsar. El líder de esa agrupación venezolana que editó este álbum en 1968 es Virgilio Armas, un pianista con una foja de servicios realmente envidiable. Para confirmarlo basta con revisar por encima la lista de artistas con los que alguna vez trabajó: Tito Puente, Paulinho da Costa, Stan Getz, Nancy Wilson, Sergio Mendes, Elis Regina, Leslie Root…Estamos en algo cautiva y sorprende por su heterogeneidad: hay guaracha, pachanga, mambo, boogaloo (¡atención al groove soulero y boogie-woogie de «Panchita»!), cha cha cha, bolero… Como bien se explicaba en la contraportada de la primera edición de este magnífico álbum, se trata de «un grupo dinámico y versátil que integran músicos jóvenes, deseando aportar un estilo nuevo con el fin de establecerse en el competido terreno de los sextetos».El espíritu es salsero, pero aquí hay matices de jazz latino y bossa nova que colorean el paisaje. El Sexteto Fantasía estaba conectado con la tradición de la música popular de América Latina y con su época, enfocado especialmente en ensanchar los límites de su propia obra, como corresponde a cualquier artista moderno.El personal de este disco lo encabezó el pianista y director musical Virgilio Armas. Y lo completaron Domingo Moret (flauta y guitarra), Rodolfo Buenaño (bajo), Guillermo Taribe (batería), Hugo Liendo (tumbadoras) y Gabriel Ruiz en la voz.