Puestos a concebir una nueva obra, resulta muy difícil, – en mi opinión, muy pocos lo logran -, poder despojarse de todo lo anterior para hacer algo especial, único, y a la vez saber utilizar sabiamente todos los elementos que han configurado día a día, ensayo a ensayo, instrumento a instrumento, escucha tras escucha, ingrediente a ingrediente, la cultura y personalidad de un artista.
Para mí, esto es una señal inequívoca del camino hacia la maestría y de que, como pocas veces ocurre, me encuentro ante un manjar realmente delicioso por descubrir.
Alberto, cuya carrera musical desde Shake está íntimamente unida al sello outsider valenciano Greyhead, consigue en este su segundo disco en solitario ofrecernos una colección de 10 temas en los que el oyente puede descubrir como cada escucha le puede hacer sentir la luz y las sombras, el atardecer y el amanecer, la noche, la importancia del silencio, del espacio entre los instrumentos y del tempo, sestear a la fresca en una tarde soleada sin horarios, a oler el mar, visualizar un perfume, regresar a la niñez, instrumentalizar la voz y un sinfín de detalles que cada paladar atento debe degustar e intuir de forma personal y única.
Seria un error por mi parte intentar encasillarlo o etiquetarlo, como suele ser costumbre, y de un plumazo quitarle de encima a miles de oyentes con sensibilidad musical a los que estoy seguro que se les pondrá la piel de gallina, como a mí, con solo escuchar alguno de los temas en la oscuridad o degustando una copa de buen vino.
La última entrega de Alberto la recomiendo fervientemente a cualquier gourmet de la buena música con ansias de descubrir, sentir y disfrutar de algo especial, aromático, equilibrado… ¡muy GRANDE!
Un disco que se ha ido cocinando a fuego lento y con los más variados ingredientes de todas las culturas musicales, desde la vanguardia clásica a lo ancestral, pasando por la psicodelia y el folk latino, lo espiritual y lo pagano, recogidos cuidadosamente uno a uno y añadidos en la mezcla en su momento y temperatura apropiados, como si de alquimia musical se tratase.<
En esta selección han jugado un papel muy importante Alberto Montero, como chef principal, acompañado por grandes pinches formados en las mejores escuelas como Juan Pablo Olavarrieta, Marcos Junquera, Andrés Calatayud, Olga y Sonia Beltrán, Dani Cardona, Josele Castelló, Pau Rodríguez, Román Gil, y Jesse Sparhawk, además de Juan Pedro Parras, productor y alma mater Greyhead. Un sello cuya filosofía cocinará cosas muy grandes – y si no al tiempo – por la libertad absoluta de sus planteamientos, el bagaje musical que atesoran, su espíritu abierto a lo diferente y también por lo limitado de sus ediciones.
Recordemos a todos los paladares musicales, que este disco se edita en una exclusiva edición única en vinilo de solo 500 ejemplares… No te lo pierdas, no hay para todos! (Vicente J. Burguera)